lunes, 29 de noviembre de 2021

La mara: modo de operar

  Elaborado: Iolany Villegas Varela (2021).


Ilustración 1  La Mara Salvatrucha cobra extorsiones en Estados Unidos y el FBI está detrás de ellos. (Google imagenes, 2021).

En muchos barrios, las pandillas se forman como mecanismo de defensa y protección frente a grupos externos, ya sea otras pandillas, las acciones de la policía o contra otros grupos étnicos o de inmigrantes, el carácter vengativo de la violencia de las pandillas también contribuye al fortalecimiento de las mismas. Cada nuevo incidente violento conduce a otro, expandiendo el círculo de sujetos afectados, a una continua escalada de armamento y a la percepción de que si uno no está con una pandilla se encuentra en una situación de desprotección.

Muchos jóvenes se unen a pandillas ya establecidas como una forma de garantizar su seguridad personal, aunque paradójicamente el estar afiliado a uno de estos grupos aumenta el riesgo de convertirse en víctima de violencia.

Este proceso, que lleva a los jóvenes a desarrollar una imagen de tipos duros, con sus tatuajes, historias de guerra y violencia, hace que los mismos sean percibidos como una amenaza por la sociedad, la cual busca distanciarse de ellos, cerrándoles puertas para su rehabilitación y reinserción social y contribuyendo, así, a perpetuar el problema.

El rechazo social del pandillero dificulta que el mismo establezca relaciones y realice actividades más convencionales que facilitarían su salida de las pandillas, en Centroamérica, particularmente en Guatemala, El Salvador y Honduras, muchos de los antagonismos entre maras y pandillas tienen sus orígenes en la división entre dos grandes grupos, la Mara Salvatrucha y la Pandilla 18, como dijo un líder marero en El Salvador: “Es una guerra, hermano”, Generalmente estos conflictos parecen estar relacionados con disputas sobre territorio y situaciones de venganza.

La extorsión de la población local como fuente de ingresos


Una de las formas más comunes de financiación de las maras y pandillas es el cobro de servicios de protección e impuestos a vecinos y comerciantes, en el caso de los comerciantes existe una mayor claridad sobre el pago.

En la organización los niveles son: las campanas, los distribuidores o vendedores y la seguridad, sobre ellos están los líderes en libertad y los líderes en la cárcel, luego otros niveles o intereses, en el desarrollo de sus acciones de narcotráfico y narcomenudeo. 


Ilustración 2  Las niñas reclutadas por las maras en Honduras para cobrar extorsiones. (Google imagenes, 2021). 


El territorio de las pandillas en Honduras
“O nos matan o los matamos”

En una de las ciudades más peligrosas del mundo, un pequeño grupo de jóvenes no tenía nada más que el control de un reducido territorio y estaban dispuestos a defenderlo hasta la muerte. The New York Times los siguió durante semanas mientras luchaban por su vida. 

Reseña

Se escucharon tres chasquidos secos, rápidamente seguidos de otros tres. La autopista se vació. Dos viejos se agacharon detrás de una barda. Un taxi viró a toda prisa hacia una calle lateral. Una madre empujó a su bebé descalzo al interior de la casa. 

El francotirador, un matón de la MS-13 con una camiseta sin mangas y gorra de béisbol negra, se quedó parado en la esquina sin prisa alguna, a plena luz del día; era la única persona que quedaba en esa zona comercial. Guardó el arma en la cintura de su pantalón y observó cómo el barrio temblaba de terror. 

Bryan, Reinaldo y Franklin se escabulleron hacia el terreno de un vecino, espantando a las gallinas. Entre susurros de pánico, intercambiaron opiniones sobre el tiroteo, el tercero en menos de una semana. Apenas unos días antes, un niño había sido baleado en un ataque similar. Bryan, de 19 años, se preguntó cómo podrían responder a los ataques, si es que era posible, los pocos hombres jóvenes que todavía vivían en el barrio. 

La Mara Salvatrucha, la pandilla conocida como MS-13, ahora venía por él y por sus amigos casi todos los días. Saqueaban casas, ponían espías y los acechaban con silbidos al anochecer, como un constante recordatorio de que el enemigo estaba justo a la vuelta de la esquina, dispuesto a atacarlos cuando quisiera. 

No había manera de evadir esa amenaza. El barrio, un terreno de calles sin pavimentar apenas del tamaño de unos cuantos campos de fútbol, estaba rodeado por todos los flancos. (Ahmed, 2019).

 


Ilustración 3  El territorio de las pandillas en Honduras: O nos matan o los matamos . (Google imagenes, 2021). 

 





Referencias bibliográficas

Ahmed, A. (2019). El territorio de las pandillas en Honduras: O nos matan o los matamos. The New York Time. Recuperado de https://www.nytimes.com/es/2019/05/04/espanol/america-latina/honduras-mara-salvatrucha-violencia.html

Google Imagenes. (2021). Las niñas reclutadas por las maras en Honduras para cobrar extorsiones. recuperado de https://ichef.bbci.co.uk/news/640/amz/worldservice/live/assets/images/2015/10/30/151030040338_sp_honduras_teen_girls_maras_624x351_fuerzanacionalantiextorsion_nocredit.jpg

Google Imagenes. (2021). La Mara Salvatrucha cobra extorsiones en Estados Unidos y el FBI está detrás de ellos. recuperado de https://www.prensalibre.com/wp-content/uploads/2020/09/20200905-637348710004382063.jpg?resize=760,430

Ahmed, A. (2019). El territorio de las pandillas en Honduras: O nos matan o los matamos. The New York Time. Recuperado de https://www.nytimes.com/es/2019/05/04/espanol/america-latina/honduras-mara-salvatrucha-violencia.html


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